Sr. y Sra. Jones (los humanos)
Rebelión en la Granja comienza con la siguiente línea: “El señor Jones, propietario de la Granja Manor, cerró por la noche los gallineros, pero estaba demasiado borracho para recordar que había dejado abiertas las ventanillas” (1.1). La imagen que tenemos del Sr. Jones en su primera línea se mantiene a través de toda la novela. Es un borracho y pésimo regente de su granja. Es cruel con sus animales, y su salida de la granja parece ser, por mucho, su propia culpa.
El Sr. Jones como Zar Nicolás II y la vieja Rusia
En la novela, los Jones son una representación del último zar ruso, Nicolás II, y su esposa Alexandra. Aunque Nicolás II no fue un borracho, era un líder extremadamente impopular, y se caracterizaba por estar completamente alejado del pueblo. Hubo muchas razones para que el zar no gustara entre la gente, pero una de las más importantes fue que permitió que Rusia fuera arrastrada a la Primera Guerra Mundial, para luego manejar muy mal la situación bélica.
En febrero de 1917, lo que se convirtió en la Revolución Rusa, comenzó simplemente como varios individuos atacando Moscú. Nicolás envió a los militares para reprimir a los alzados, pero las masas comenzaron a fortalecerse. Muchos militares simpatizaron con la causa y se unieron a sus protestas. La rebelión rápidamente se salió de control y Nicolás fue forzado a entregar el trono.
En Rebelión en la Granja, la revolución de los animales comienza de forma más o menos espontánea. Y crece simplemente por la incompetencia del Sr. Jones. Primero, regresa borracho del bar El león colorado y se olvida de alimentar a los animales. Cuando las vacas protestan irrumpiendo en el cobertizo, el Sr. Jones y sus hombres salen “con látigos, azotando a diestra y siniestra” (2.11). Pero cometen el error de subestimar a los animales, y antes de que se dieran cuenta, habían sido expulsados de la granja.
Liderados por los cerdos, los animales destruyen muchos objetos de la casa en un esfuerzo de “borrar los últimos vestigios del ominoso reinado de Jones” (2.13). Los sentimientos eran similares en Rusia después de la Revolución de Febrero, aunque quizá más violentos. Nicolás II y su familia entera fueron ejecutados en julio de 1917 (más en “Simbolismo, imaginería y alegorías).
Después de ser expulsado de su propia granja, Jones pasa la mayor parte de su tiempo en El león colorado “quejándose a todos los que quisieran escucharle, de la monstruosa injusticia que había sufrido al ser arrojado de su propiedad por una banda de animales inútiles” (4.2). Aunque los demás hombres sentían simpatía por Jones, les daba miedo que sus propios animales se contagiaran con el espíritu rebelde y fueran influenciados por la canción “Bestias de Inglaterra”, que los alentaba a rebelarse por toda Inglaterra.
El hecho de que Jones reaparezca para liderar La batalla del establo de las vacas, quiere decir que éste no es solo un signo de Nicolás II sino de la vieja guardia rusa en todo sentido. Nicolás II murió antes de que comenzara la Guerra Civil Rusa, pero muchos de lo que lucharon en contra de los bolcheviques en el Ejército Blanco pudieron haber sido simpatizantes del viejo zar.
En La batalla del establo de las vacas, nos damos cuenta de que Jones es un símbolo para todos los que querían derrocar a los bolcheviques en 1917, no solo para un individuo, sino para una forma de pensar. Después de ser derrotado en La batalla del establo de las vacas, Jones desaparece con su familia. Aun así, permanece en la memoria de la Granja Animal, y se convierte en una herramienta de propaganda para los cerdos. Cada vez que Squealer tiene que justificar una dura decisión les dice a los demás animales “…sin duda, ninguno de vosotros deseará que vuelva Jones” (3.14).
Aunque los cerdos mantenían su poder invocando la cruel figura de Jones, solo habría que prestar un poco de atención, para darse cuenta de que los cerdos están convirtiéndose poco a poco en Jones.