Clover (una yegua)
Clover es la compañera de Boxer, “de aspecto maternal que no había logrado recuperar la silueta después de su cuarto potrillo” (1.3). Es una yegua buena, leal y con un espíritu fuerte igual que Boxer, aun cuando no posee la misma fuerza física del caballo. Clover siempre le pide que no se extralimite, pero él jamás le hace caso.
Aunque Clover es una yegua extremadamente leal, a diferencia de su compañero, parece tener mayor capacidad para la duda. Cuando los cerdos comienzan a dormir en las camas, cree recordar una regla que prohíbe a los animales dormir en camas. Como no puede leerla, Muriel, una yegua, le lee el mandamiento ya modificado: “Ningún animal dormirá en una cama con sábanas” (6.13). Clover tiene toda la razón en sospechar. El único problema es que no confía lo suficiente en su memoria o en ella misma; el resultado es que no tiene otra opción sino creer todo lo que dicen los cerdos.
Cuando Napoleón comienza las ejecuciones de animales, nos acercamos bastante al personaje de Clover:
“Mientras Clover miraba ladera abajo, se le llenaron los ojos de lágrimas. Si ella pudiera expresar sus pensamientos, hubiera sido para decir que eso no era a lo que aspiraban cuando emprendieron, años atrás, el derrocamiento de la raza humana. Esas escenas de terror y matanza no fue lo que soñaron aquella noche cuando el viejo Mayor, por primera vez, los incitó a rebelarse” (7.30).
La frase importante aquí, quizá, sea “si ella pudiera expresar sus pensamientos…” El narrador nos recuerda que Clover no puede leer y es incapaz de expresarse en palabras. Así que sus dudas son difusas y ni siquiera puede convertir en palabras lo que cree incorrecto de la Granja Animal. Clover está profundamente molesta por la violencia, y parece sentir la hipocresía de todo, pero sin las palabras para definir lo que ocurre, no tiene alternativa más que aceptar lo que dicen los cerdos.
A medida que Boxer envejece, y se empecina en reconstruir el molino, Clover le recuerda que “los pulmones de un caballo no son eternos” (9.1). Cuando su pulmón colapsa, se queda con él y lo atiende, pero de nuevo, no termina de captar la intención de los cerdos. Al final necesita que Benjamín le explique que Boxer será enviado al matarife. Clover intenta decírselo a Boxer, pero cuando lo hace, ya es demasiado tarde.
Al igual que Boxer, Clover es probablemente una alusión al proletariado ruso. Cuida de su compañero trabajador, y aunque está preocupada por su bienestar, no puede protegerlo porque no se da cuenta de lo cruel que algunos animales pueden llegar a ser.