Snowball (un cerdo)
Snowball vs. Napoleón
Snowball se nos presenta por primera vez cuando los cerdos se encargan de regar el mensaje del viejo Mayor por toda la granja, y es descrito de la siguiente manera: “Snowball era más vivaz que Napoleón, tenía mayor facilidad de palabra y era más ingenioso, pero lo consideraban de carácter más débil” (2.2). Pensamos que el narrador se refiere al carácter moral de Snowball; por lo que entonces queda claro que Snowball no es ni más ni menos que Napoleón.
Después de que Snowball es expulsado por los perros de Napoleón y convertido en chivo expiatorio, es fácil pasar por alto la propaganda de Napoleón e imaginarse a Snowball como un cerdo noble y bueno. Sin embargo, en los primeros capítulos queda claro que Snowball tiene tantos fallos como fortalezas. Aunque Snowball juega un papel importante en la rebelión y ayuda a redactar los Siete Mandamientos, también es el reduccionista que simplifica uno de los mandamientos a “¡cuatro patas sí, dos pies no!” (3.9). El reduccionismo de esa línea es lo que le permite luego a las ovejas quejarse de los discursos de Snowball. Cuando los demás animales protestan porque los cerdos toman leche con sus comidas, Snowball se une con Napoleón para decir que la leche es necesaria para la salud y el cerebro de los cerdos. En otras palabras, aunque Snowball no está presente cuando la Granja Animal se convierte en una dictadura, sí participa de los primeros pasos hacia este régimen.
Después de que Snowball lidera a los animales hacia la victoria en La batalla del establo de las vacas, comienza la división entre él y Napoleón. El narrador dice que es mejor orador y que “En muchas ocasiones, Snowball, con sus brillantes discursos, llegaba a convencer a la mayoría, pero Napoleón le ganaba cuando se trataba de obtener apoyo fuera de las sesiones” (5.8). En otras palabras, Snowball es menos cautivante que Napoleón. Snowball excita a las masas con discursos vacíos, pero al menos busca apoyo directamente en vez de actuar subrepticiamente.
La división entre Snowball y Napoleón se agranda con el problema del molino de viento. Snowball lo cree completamente necesario, y aunque no niega que será una tarea difícil, piensa que es un proyecto vital para el éxito futuro de la Granja Animal. Además, Snowball cree que hay que enviar “cada vez más palomas y fomentar la rebelión entre los animales de las otras granjas” (5.12). Snowball es el cerdo que piensa a futuro. Se imagina una granja con grandes avances tecnológicos y una revolución que se pueda regar por toda Inglaterra. En contraste, Napoleón parece más preocupado por consolidar el poder que ya se han ganado.
Las fortalezas de Snowball son, de cierta forma, su ruina. Cuando él y Napoleón se dirigen a las masas, Snowball es mucho más carismático, y cuando estaba terminando su discurso “no quedaba duda alguna sobre el resultado de la votación” (5.13). Napoleón, el confabulador, tiene que inventarse una respuesta, y lo único que se le ocurre es echarle los perros a Snowball. Lo persiguen hasta sacarlo de la granja hasta que “logró escabullirse por un agujero y no fue visto más” (5.14).
Después de que Snowball es expulsado, se convierte en un chivo expiatorio. Napoleón hace que Squealer riegue cualquier tipo de rumores viciados con respecto a Snowball, destruyendo así su gran reputación, y convirtiéndolo, eventualmente, en el símbolo del enemigo interno. De esta forma se comienza a generalizar la paranoia en la Granja Animal. El Snowball real, sin embargo, nunca es visto de nuevo después de su expulsión.
Snowball es mi segundo nombre. Leon “Snowball” Trotsky
En los primeros capítulos, pareciera que Snowball pudiera ser la mímesis de Lenin, el líder de La revolución de octubre en 1917. Pero a medida que pasa el tiempo, queda claro que las conexiones más sólidas son con Leon Trotsky, quien fue el segundo al mando después de Lenin durante la revolución.
Inmediatamente después de la revolución, Trotsky se convierte en una persona importante en Rusia, al igual que Snowball es una personalidad vital en la Granja Animal. Trotsky fue Comisario del pueblo de asuntos externos, y jugó un papel importante llevando al relativamente atrasado Ejército Rojo a la victoria en la Guerra Civil rusa (el paralelismo sería el rol de Snowball en La batalla del establo de las vacas). Pero las diferencias de Trotsky con Stalin serían su ruina.
En 1922, cuando Lenin yacía en su lecho de muerte, ya se estaban haciendo las diligencias para sacar a Trotsky del Partido Comunista. Lenin, quien fue el primero en descubrir las importantes diferencias que tenía con Stalin, estaba consternado. Después de la muerte de Lenin, Trotsky lideró un partido de oposición que fue sumamente crítico con Stalin. Entre otras cosas, Trotsky fue severamente crítico con la naturaleza jerárquica y cerrada del Partido Comunista de Stalin.
Al menos teóricamente, la mayor diferencia entre Trotsky y Stalin fue que Trotsky estaba a favor de regar la Revolución Comunista al resto del mundo. Stalin, en contraste, desarrolló la idea de mantener el comunismo en un país; él pensaba que debían consolidar su poder donde ya lo habían ganado, es decir, en los límites de Rusia. En Rebelión en la Granja, vemos este paralelismo inteligentemente definido con el problema del molino. El molino debe ser visto como un símbolo del gran sueño de Snowball para el futuro de la Granja Animal. Sin importar su practicidad, Snowball convence a los animales con sus discursos y Napoleón usa a sus perros para expulsarlo.
El ataque a Snowball es una alusión a la forma en que Stalin forzó a Trotsky a salir del Partido Comunista en 1928. Aunque gran parte de la izquierda se entregó a Stalin y reconocieron sus errores, Trotsky se mantuvo firme. Como resultado, fue forzado al exilio y eventualmente asesinado en México, en 1940 por Ramón Mercader, miembro de la NKVD, policía secreta de Stalin (ver “Símbolismo, imaginería y Aaegorías” para más detalles).