La Familia Wilks
La Familia Wilks es un objetivo conveniente para el duque y el rey. Los dos estafadores aprenden de los jóvenes locales, que Peter Wilks, un curtidor con ciertas riquezas, acaba de morir. Las sobrinas de Peter Wilks, Mary Jane, Susan y Joanna (a la que Huck se refiere como “las del labio leporino”), están por heredar el patrimonio de la familia, ya que su mamá y su papá (el hermano de Peter) murieron el año anterior.
Peter ha estado deseando ver a sus otros dos hermanos, William y Harvey, antes de morir, pero no han llegado todavía de Inglaterra. El duque y el rey, estafadores extraordinarios, deciden hacerse pasar por los hermanos para poder robar las riquezas familiares.
Desafortunadamente para los estafadores, las pequeñas Wilks eran unas agradables y adorables jovencitas y Huck no soporta que el duque y el rey se roben el dinero de las chicas. Huck le toma un cariño especial a la mayor de las Wilks, Mary Jane. Como cabeza de lo que queda de la familia, Mary Jane toma el control de la situación, aunque todavía le duela la muerte de su tío. Ella representa una de las mujeres más fuertes de la novela; tiene un espíritu fiero, y no aguanta nada de nadie. Su compasión por los esclavos de su familia tiene un fuerte impacto en los cuestionamientos éticos de Huck.
A pesar de sus fuerzas internas y nobles intenciones, Mary cae en la trampa del duque y el rey, pero, el cariño que le tiene Huck lo lleva a detener el juego macabro de los estafadores.