Esperanza Cordero

Esperanza Cordero

Esperanza es el corazón y el alma de la historia; es nuestra protagonista y narradora, y la persona que más se desarrolla y cambia a lo largo de la novela. Debido a la forma fragmentaria en la que el libro está escrito, ella es también el personaje que unifica la historia; al fin y al cabo, la historia se cuenta desde su perspectiva, incluso las historias de los demás personajes nos dicen algo sobre Esperanza.

Entonces, ¿quién es nuestra protagonista? Es una joven que lucha con sus sentimientos de soledad y su vergüenza de ser pobre. Al igual que muchos adolescentes, pasa por muchas situaciones vergonzosas y solo quiere pertenecer. Ella es también una escritora, lo cual es genial (nos encantan los libros y los escritores). La escritura es la herramienta que ayuda a Esperanza a conocerse a sí misma, a reconciliarse con su pasado y la comunidad y la ayuda a perseverar cuando atraviesa situaciones tan dolorosas como la muerte de sus parientes, e incluso una violación.

Esperanza también tiene un rasgo que la hace ser diferente. Es parte de una minoría étnica en Estados Unidos: es latina. Pero ¿qué tan importante es esa característica en la historia? A pesar de que el legado cultural de Esperanza cumple un rol importante al crear vínculos de cercanía y una conexión con su familia y su comunidad, Esperanza sigue siendo, igualmente, un personaje con el que todos pueden identificarse. La adolescencia, y todos los sentimientos incómodos que conlleva, es una experiencia casi universal. Todos nos hemos sentido solos y avergonzados, torpes y feos, y todos tenemos esperanzas y sueños.

Quizás no compartas nuestra opinión: la importancia del patrimonio cultural de Esperanza en la historia de La casa en Mango Street es, sin dudas, discutible. No se guarden sus opiniones; queremos saber qué piensan.