Paris

Por mucho que odiemos comenzar nuestras oraciones con “como dijo tal y tal persona”, tendremos que romper nuestra regla aquí porque en este caso es demasiado buena.

Como dice la intelectual Marjorie Garber, todo lo que hay que hacer para ver por qué Paris (el tipo que le insiste tanto al padre de Julieta y que termina convenciéndolo de que se case con el) es una excelente antítesis de Romeo (y por qué Julieta elige a Romeo), es contrastar lo que ambos dicen fuera de la tumba de Julieta.

PARIS

“…acepta esta última ofrenda de mis manos; ellas, en vida te respetaron, y muerta, con funeral celebridad adornan tu tumba” (5.3.2).

El lenguaje de Paris dice “Soy rígido y no tengo nada de pasión”. De ninguna forma Paris moriría por Julieta. Probablemente se casa con otra, después de que pase el tiempo adecuado de luto.

ROMEO

“Como el momento, mis proyectos son salvajes, feroces; mucho más fieros, más inexorables que el tigre hambriento o el mar embravecido” (5.3.1).

Romeo, en contraste, está furioso por la muerte de Julieta, y expresa su furia. No va a echar un par de lagrimitas sobre su tumba para después ir a dormir tranquilo. A diferencia de Paris, este tipo es un amante apasionado.

Un actor puede hacer que Paris sea un perfecto imbécil, o un buen tipo que está en la historia de amor equivocada. En la adaptación fílmica de Romeo + Julieta de Baz Luhrmann, de 1996,, Paul Rudd interpreta a Paris como un tipo apuesto, pero completamente tonto. Su baile con Julieta, en la fiesta de los Capuleto, es bastante incómodo. Ella se le queda mirando a Romeo y hace caras extrañas (es importante acotar que en el texto de Shakespeare, Paris no va al baile de los Capuleto, como se esperaba). Fíjate en la sobre actuación de Paul Rudd como Paris en este video de la escena del baile de disfraces.

El diálogo de Paris con Julieta en la iglesia de Fray Lorenzo puede hacerlo ver como que no tiene ni idea de nada o como un completo idiota. Paris piensa que Julieta está molesta por la muerte de Teobaldo (no tiene idea de que ya se casó con Romeo y que la idea de casarse con él la enferma). Es fácil hacer que algunas de las líneas de Paris sean insoportables y arrogantes. La saluda con demasiada confianza, “¡Dichoso encuentro, señora y esposa mía!”, le dice (4.1.3). Julieta y la audiencia se molestan por esto, pero Paris continúa “No ocultéis que me amáis”, le dice sin percibir la reacción de la chica (4.1.6). Después, cuando ve más de cerca a Julieta, le dice “¡Infeliz criatura! Tu rostro se halla muy alterado por las lágrimas” (4.1.8). Cuando ella le dice que su cara ya valía poco desde antes, él la reprende “Tu cara es mía y la has calumniado”. Lo que nos habla del sentido de pertenencia de Paris hacia su prometida (4.1.10). Todas estas líneas juntas, hacen de Paris un niño mimado acostumbrado a tener todo lo que quiere. Su actitud posesiva hacia Julieta (especialmente adjudicándose la cara de la chica como propia) podría ser un poco espeluznante y chauvinista. Podría verse como que trata a Julieta como a otra propiedad en vez de como a una persona.

Pero estas mismas líneas también pueden ser dichas con una connotación muy buena. Después de todo, Paris no tiene razón para creer que Julieta no lo quiere y no esté emocionada por la boda. Esta es la impresión que, en todo caso, se lleva de los padres de Julieta. En esta interpretación, la confianza de Paris por su matrimonio es más patética que detestable. De cualquier forma, el “beso sagrado” que le da Paris a Julieta al final de la escena es doloroso para todo el mundo y da vergüenza ajena. Es tan formal y rígido… completamente lo opuesto a los besos de Romeo.