Imaginería de las heridas
Desde el momento en que los niños aterrizaron en la isla, comenzamos a ver señales de destrucción. Una y otra vez nos hablan de las “cicatrices” dejadas en el escenario donde se estrelló el avión. El agua donde se bañan está “más caliente que su propia sangre”. Los niños dejan “cortes” en los árboles cuando van a explorar. Los rayos son una “cicatriz blanquiazul” y el trueno “un golpe de un látigo gigantesco” y después “una explosión sulfurosa”. Ahora, si estás tratando de responder a la gran pregunta de si los niños son violentos por naturaleza o se hicieron violentos por su entorno (la isla), puedes decir que 1) como la isla ya está tan llena de violencia (los truenos y los rayos), los niños no pueden evitar formar parte de ese salvajismo presente cuando llegaron, o 2) los niños dejan cicatrices y cortes en la tierra, lo que sugiere que ellos traen inherente la destrucción, y la isla es el Edén que ellos arruinan.