Ts'ui Pên
Ts'ui Pên es el bisabuelo del protagonista, Yu Tsun. Casualmente, es además el objeto del obsesivo estudio del renombrado sinólogo Stephen Albert. Resulta lógico que cuando los dos hombres se juntan (supuestamente por casualidad), Ts'ui Pên ha de ser el tema de su animada conversación.
Ts'ui Pên fue gobernador de la provincia china de Yunnan; un hombre poderoso que dejó su puesto y todo el prestigio que lo acompañaba para llevar una vida más académica. Como explica el doctor Albert, se enclaustró en el Pabellón de la Límpida Soledad, una especia de casa de veraneo rodeada de jardines, para construir un laberinto y escribir una novela. Transcurridos trece años, fue asesinado por un extraño. Al encontrar el lío de papeles que se suponía que debían ser la novela y no poder hallar ningún laberinto físico, sus descendientes no entendían nada y terminaron sintiendo vergüenza por la vida desperdiciada de su ancestro, quien había sido poderoso.
Una vez más, nos maravillamos ante la habilidad de Borges de resumir tanto significado en un personaje que aparece en el cuento nada más que como un legado y un recuerdo. El tipo está muerto; sin embargo, su persona se hace presente no solo en la mente de su descendiente, Yu Tsun, sino también en la obra concreta que el doctor Stephen Albert toma como objeto de estudio. Para ser un muerto, el personaje de Ts'ui Pên sí que hace bastante: es la fuente fundamental de la teoría del tiempo que se presenta en el cuento, y además trae a colación la importancia de los ancestros y del honor familiar, la función de la literatura y del mundo académico y los entretejidos de la traducción y la comunicación intercultural. Impresionante, ¿o no?