Fuego
El narrador y los personajes, a menudo comparan a Okonkwo con el fuego, de hecho en el pueblo le dicen "La Llama que Ruge". Para Okonkwo, el fuego es un símbolo de potencia sin límites, de vida y de masculinidad. Sin embargo, al decepcionarse completamente de su hijo Nwoye, Okonkwo se da cuenta de que "El fuego vivo engendra una fría e impotente ceniza". Comparándose con el fuego, Okonkwo ve a su propio hijo como impotente.