Sabemos más acerca de las mujeres del pueblo que de los hombres simplemente porque pasamos más tiempo desde su perspectiva. Una gran parte de la caracterización del ahogado proviene de las mujeres. Es decir, no se trata tanto de la caracterización del ahogado como de la idea que las mujeres tienen del ahogado que se describe. Ellas son quienes observan su bravura física y luego imaginan su carácter. Imaginan la vida que debió haber vivido y la forma en la que podría haber encajado dentro de su pueblo. Y las mujeres son quienes le dieron al ahogado el nombre de Esteban. Por lo tanto (si leíste "Simbolismo, Imágenes y Alegorías"), las mujeres son quienes reconocen al ahogado como personaje mítico.

Pero también son las mujeres quienes, poco tiempo después, reconocen al ahogado como humano así como un ser mítico. De hecho, durante su funeral se tornan muy sentimentales debido a que se dieron cuenta de que ahora él es uno más de ellos, en lugar de una criatura de otro mundo.

El ahogado transforma e inspira tanto a las mujeres como a los hombres del pueblo de igual modo. Ven en sí mismos el potencial de grandeza porque se han distinguido como "el pueblo de Esteban". Al final de la historia, una visión común une a los hombres y las mujeres, y prometen convertirse en merecedores de dicho privilegio.