Amir

Al igual que la mayoría de los buenos narradores protagonista, Amir es un personaje bastante complejo porque el lector no solo tiene que prestar atención a las acciones de Amir, sino también a la forma en la que Amir las describe. Además, este crece, cambia, e influyen en él los lugares en los que vive: Afganistán y California. Teniendo esto en cuenta, decidimos analizar el personaje de Amir en cada uno de los escenarios principales de la novela. Como ya mencionamos anteriormente, la primera parte del libro describe varios acontecimientos de gran relevancia, por lo que nos centraremos sobre todo en la infancia de Amir.

Infancia en Kabul, Afganistán

La primera vez que se describe la infancia de Amir en la novela, da la impresión de que su vida es maravillosa. Tiene un gran amigo, Hassan, su padre es rico y él lo adora, etc. Nos gustaría hacer una pausa y alabar la inocente alegría que rodeaba los primeros años de amistad entre Amir y Hassan. Cierto, hay envidia, algo de crueldad y alguna que otra lucha por el poder, pero también hay adoración, lealtad y cariño verdadero entre ambos.

Está bien, ahora toca otra ración de dolor y sufrimiento. La mayor parte de los conflictos iniciales parecen estar limitados a las vidas de Alí y Hassan: son víctimas de discriminación racial, Sanaubar los abandona, Hassan es objetivo de mofas debido a su labio leporino, y, por si eso fuera poco, recibe insultos por parte de los soldados.

Sin embargo, no tardamos en darnos cuenta de que la vida de Amir no es tan perfecta como creíamos. Su madre murió durante el parto, y está claro que siente una gran carencia en su vida. Puede que el hecho de que se enfrascara en la poesía y la escritura fuera, en parte, en honor a ella. Además, Amir se siente responsable de su muerte, como si no solo fuera el causante, sino el "responsable" de su final, lo que le da un toque más siniestro. Para empeorar la situación (¿acaso puede ir a peor?), Amir empieza a pensar que su padre también lo culpa por la muerte de su madre. Este no es más que uno de los matices de la increíblemente tensa relación entre padre e hijo.

Por si todo lo anterior fuera poco, Amir también está extremadamente celoso de su medio hermano Hassan. (En este momento, Amir todavía no sabe que él y Hassan comparten el mismo padre, y es probable que, de saberlo, no hubiera sentido tanta envidia). Amir siente una admiración sin límites por su padre, pero este no parece tener mucho tiempo para su hijo. De hecho, a veces da la sensación de que Baba prefiere a Hassan. Y es que al padre le cuesta entender a su hijo. ¿Cómo es posible que a Amir no le gusten los deportes violentos? ¿Por qué no es capaz de defenderse? Y un largo etcétera. La mayor parte de las quejas de Baba parecen estar relacionadas con la falta de hombría de Amir.

Todas estas tensiones llegan a su punto álgido durante el torneo de cometas. Amir ve el concurso de lucha de cometas como la única forma de ganarse el amor de su padre de una vez por todas. Con ese fin urde un plan disparatado gracias al cual se alzará con la victoria, Baba lo querrá con todo su corazón y todo será maravilloso.

Lo extraño es que, de algún modo, la estrategia de Amir funciona. Logra ganar el torneo y su padre finalmente le muestra algo de cariño. Pero eso no es todo lo que ocurre. En un momento dado, Amir es testigo de una aterradora escena en un callejón cuando está en busca de Hassan, que acaba de atrapar una cometa, la joya que corona la victoria de Amir. Mientras dos niños del vecindario agarran a Hassan, un tercer desalmado, Assef, lo viola. Amir lo ve y no hace nada para evitarlo.

Es difícil entender por qué Amir no ayuda a Hassan. ¿Es acaso porque quiere todo el amor de Baba para él? ¿Se debe al hecho de que Hassan sea un hazara y, por lo tanto, "inferior"? ¿O simplemente significa que es un cobarde? Puede que la combinación de todos estos motivos le paralizara los músculos. Pero lo peor llega después, cuando tras convivir con un Hassan apesadumbrado durante los meses siguientes a la violación, Amir se derrumba y vuelve a traicionar a su amigo. Tiene que deshacerse de todo lo que le provoque sentimiento de culpa; de modo que mete un fajo de billetes y un reloj bajo el colchón de Hassan para incriminarlo por robo, y Alí y Hassan acaban abandonando la casa de Baba.

No creemos que el resto de la novela realmente revele las motivaciones de Amir. Hosseini conduce la trama por otro camino. Hace que, poco a poco, Amir vaya cambiando e intente subsanar su fracaso moral. Quizá esto sea lo único que pueda hacer Amir: ¿qué conseguiría a través de la reflexión y la inactividad? ¿No es la acción el mejor remedio contra la pasividad? Está claro que sí, pero a Amir le lleva 30 años redimirse de sus acciones pasadas, e incluso cuando lo hace, no estamos completamente seguros de que sea suficiente.

Juventud en Fremont, California

Algo cambia en Amir cuando él y Baba llegan a Fremont. Puede que sea el hecho de que Amir se adapta con facilidad a la vida en Estados Unidos. Podría ser que Amir ya no considere a Baba un padre de leyenda, sino tan solo un padre. (Baba se ve obligado a trabajar a destajo en una gasolinera y pierde parte del misterio que lo rodeaba en Afganistán). O es posible que Amir finalmente se haya olvidado de su traición a Hassan. De alguna forma, América le permite comenzar de cero, algo imposible en Afganistán.

Sea como sea, Amir es una persona distinta. Cuida de su padre, conoce a una compasiva y hermosa mujer llamada Soraya (con la que se casa), y de repente parece regirse por el sentido de la ética. Cuando Baba muere de cáncer, la bondad de Amir se vuelve evidente. Ya no es el muchacho egocéntrico y vengativo que conocimos en Kabul. ¿A qué se debe este cambio? ¿A que Baba se centra solo en él? ¿A que Hassan ya no está cerca?

A pesar de todas las mejoras y buenas obras, sigue sin hablar del pasado. Baba muere sin que le revele sus traiciones a Hassan. A través de Amir, Hosseini hace comentarios (por extraño que parezca) sobre las dificultades que entraña ser un buen hombre. Es más difícil de lo que uno piensa. Además, si nos fijamos en el escenario internacional de la guerra y el conflicto, nos damos cuenta de que las naciones no son tan distintas de los seres humanos con imperfecciones (para profundizar en este tema, visita la sección "Simbolismo, imágenes, alegoría: La cuestión de la alegoría").

Edad adulta en Kabul, Afganistán

¿Es posible dar un paso hacia atrás y otro hacia adelante al mismo tiempo? Está claro que en el mundo de la ficción sí lo es. De regreso en Kabul, Amir muestra humildad (y torpeza). Su estancia en América lo mantuvo alejado de las atrocidades de la guerra en Afganistán. Lógicamente, vio algunas cosas en los noticieros, pero Tom Brokaw no es comparable a vivir la situación en primera persona.

De nuevo en su tierra natal, da la sensación de que Amir por fin está haciendo algo bueno en su vida. Tras una considerable deliberación, Amir acepta rescatar al hijo de Hassan, Sohrab, de un orfanato de Kabul, e incluso llega a enfrentarse a un oficial talibán (que resulta ser Assef) para salvarlo. Esta acción es lo opuesto a la pasividad, la cobardía y el ensimismamiento. Puede que esta serie de buenas obras consiga redimirlo de su traición a Hassan.

A gran escala, Hosseini está construyendo un mundo en el que la redención es posible. En el universo de la novela, cualquiera puede regresar al lugar en que se realizaron las fechorías. Y esto es importante porque sugiere que las naciones pueden enmendar sus errores de la misma forma que una persona cualquiera. (Para profundizar sobre este tema, visita la sección "Simbolismo, imágenes, alegoría: La cuestión de la alegoría").

Es casi como si el joven Amir, seguro de sí mismo, se combinara con el Amir indefenso e insensato de la infancia. Cuando salva a Sohrab, comete un gran error al hacerle una promesa que no sabe si va a poder cumplir. Como consecuencia, Sohrab intenta suicidarse. Vemos a Amir repetir los errores del pasado, incluso cuando trata de hacerlo a un lado. Este es Amir en todo su esplendor, y puede que esta última versión de su persona sea una combinación de todas las anteriores. Es débil y a veces es incapaz de ver las cosas, pero en el fondo tiene buen corazón. Es envidioso, pero en realidad solo quiere sentirse amado. En conclusión: Amir es frustrante, pero creemos que eso es lo que Hosseini nos quiere hacer sentir. Aunque tengamos ganas de ponerlo en su sitio, no deja de ser un personaje muy humano.