Walto
Walto, reina de los daneses y esposa del rey Ródgar, aparece brevemente en Beowulf como la señora de la mansión de Hérot. Una de sus funciones más importantes queda plasmada durante un banquete, en el que reparte una copa de hidromiel entre los guerreros, lo cual ayuda a establecer un vínculo de afecto fraternal entre los gautas y los daneses.
Walto también muestra preocupación por el futuro del reino danés tras la muerte de su esposo, sobre todo desde que Ródgar adopta a Beowulf como hijo. Su único discurso largo en el poema es una súplica sutil a Beowulf para que defienda los derechos al trono de sus hijos jóvenes, Rédrik y Ródmund. Parece preocuparle que un gran guerrero como Beowulf decida hacerse con el poder.