El niño
Tenemos tan poca información sobre este niño, que es posible que lo único de lo que estemos totalmente seguros sea su sexo. Ni siquiera sabemos su nombre. Sin embargo, tenemos la sensación de que desempeña un papel importante en la historia: de recién nacido tiene fiebre el día que llega el hombre viejo y a la mañana siguiente se cura como por obra de un milagro.
El niño crece con la presencia del anciano, de modo que es probable que para él sea normal tener a un humano alado rondando por la casa. De hecho, lo trata como si fuera un perro viejo y paciente. Desarrollan una especie de amistad:
"Antes de que el niño mudara los dientes se había metido a jugar dentro del gallinero, cuyas alambradas podridas se caían a pedazos. El ángel no fue menos displicente con él que con el resto de los mortales, pero soportaba las infamias más ingeniosas con una mansedumbre de perro sin ilusiones. Ambos contrajeron la varicela al mismo tiempo".
Este fragmento no nos dice mucho sobre el niño, pero sí que nos permite intuir unas cuantas cosas: es un niño como otro cualquiera, al que se le ocurren "las infamias más ingeniosas"; es decir, el equivalente a jalarle la cola a un gato o intentar pasear en el lomo de un perro, y es evidente que tiene un vínculo especial con el hombre.
Ángel de la guarda
Pasado un tiempo, el niño comienza la escuela. Se aventura al mundo exterior para aprender a formar parte de la sociedad. Este hecho coincide con la desaparición del ángel guardián de su vida. ¿Será mera casualidad?
Tal vez. Nunca se nos proporciona mucha información y es difícil saber de qué protegía el ángel al niño. ¿De su alocada madre? ¿De su padre, el asesino de cangrejos? ¿De los dementores? De ser un ángel guardián, los vecinos deberían haberlo tratado mucho mejor, en lugar de como un ángel de la muerte o una atracción de feria, ¿no crees?
Otra duda que tenemos: ¿cómo reaccionará el niño cuando se entere de que su mascota ahuecó el ala?