La menor de las Bennet está loca por los chicos; es una adolescente sin ninguna consciencia de sí misma. Al final se escapa con el Sr. Whickham a quien, finalmente, lo obligan a casarse con ella. 

Ya lo hemos dicho antes y lo diremos de nuevo. El hecho de que a una joven (un personaje escrito a principio del siglo XIX) se le permita escaparse con un tipo para tener mucho sexo premarital y que no los castiguen con la muerte, convierte a Orgullo y Prejuicio en una novela sobre el poder que puede tener una mujer joven en esa época. Sí, Lydia es impulsiva y quizá un poco imbécil, y generalmente un gran problema para su familia. Pero vamos, todo está en su contra desde el principio: ¡solo tiene quince! ¡Es criada por una mujer que es exactamente igual que ella y por un tipo que no se preocupa por ella! No nos extraña que la seduzca el primer encantador de serpientes que se le atraviese.