La familia Delacroix
La familia Delacroix está en el rodeo desde el principio. Está Dickie Delacroix, quien reúne sus piedras con los demás niños, está el Sr. Delacroix eligiendo su papelito, está la Sra. Delacroix hablando felizmente con la Sra. Graves (ajá, el retorno de la familia Graves) y la señora Hutchinson (¡Tess, no confíes en ella!), y la Sra. Delacroix que recoge una piedra tan grande que necesita usar las dos manos para levantarla.
Comencemos con el nombre, Delacroix. La crítica Helen Nebeker dice que "Delacroix" significa "de la cruz" en francés. Nebeker le presta particular atención a la explicación que da Jackson respecto de que los habitantes del pueblo pronuncian "Delacroix" (de-la-KWA) como "Dellacroy". En otras palabras, Nebeker argumenta que los habitantes del pueblo pervierten la cruz, el mega símbolo cristiano para el martirio: lejos de ser un sacrificio voluntario, la lotería hace que una mujer hipócrita soporte, sin desearlo en absoluto, la carga del ritual criminal de la comunidad (fuente).
Nos parece sorprendente que la Sra. Delacroix sea la única que le habla a la silenciosa (la mayor parte del tiempo) Sra. Graves, esposa del aún más silencioso Sr. Graves (el administrador de correos). En retrospectiva (para ser literales), la relación de amistad que tienen la Sra. Delacroix y la familia Graves anticipa su voluntad de matar a Tess Hutchinton con una sonrisa en la cara. La lotería es completamente natural para ella, tanto que no le parece una contradicción hablar de lo más contenta con Tess en un momento y, al siguiente, atacarla.
El cambio total de la Sra. Delacroix es quizás el ejemplo más obvio del efecto de anulación de la sensibilidad que ejerce esta tradición sobre el corazón y la mente de los habitantes del pueblo; pareciera tan inconsciente de su propia incoherencia que sería difícil llamar traición a su hipocresía con Tess. No es bastante consciente para ser hipocresía, y la Sra. Delacroix, en efecto, parece incapaz de ver lo cruel e incoherente que es. Y eso es, posiblemente, lo más horrible del final de esta historia, que nadie sabe lo perverso que es.