Polonius

Polonio es un lord danés y padre de Laertes y Ofelia. Las audiencias tienden a recordarlo por la forma en que muere; Polonio es apuñalado por Hamlet, porque se esconde detrás de una cortina mientras espía a Hamlet y a Gertrudis.

Polonio y la comedia

Polonio es un personaje bastante tonto. No hay forma de evitarlo: es egocéntrico, muy hablador y sin chispa. Cuando es interpretado por un buen actor, también es comiquísimo. Se trata de encontrar la manera de hacer que los largos discursos de Polonio sean lo más divertidos posible. Le gusta decir el típico “Cuando tenía tu edad”, como cuando le dice a Hamlet que estuvo enamorado una vez en sus tiempos. También da consejos lamentables, que están completamente fuera de moda. Es como el padre obsesionado con dar opiniones que nadie quiere.

Por todas estas razones, Polonio puede ser una fuente de comicidad, aliviando por momentos una obra pesada. Fíjate en la escena donde Hamlet dirige a los actores. Polonio es comiquísimo. Cuando uno de los actores ofrece una interpretación desgarradora de la muerte de Príamo y la algarabía que sigue, Polonio irrumpe para decir (y no nos lo estamos inventando), “Es demasiado largo.” Todos lo pensábamos, pero él es quien lo dice. También corta el parlamento de los actores “la mal ceñida reina” para decir “Eso es bueno; mal ceñida Reina ¡Bueno!” ¿No te parece que estás viendo SNL? En más de un sentido, Shakespeare usa a Polonio para mofarse de los miembros de su audiencia menos sofisticados, cuyos gustos teatrales están menos desarrollados que los aficionados al teatro (léete la sección “Arte y Cultura” para más información al respecto).

Polonio como padre

La relación de Polonio con sus hijos tiene un interés particular para nosotros. Su decisión de espiar a su hijo mientras Laertes está en la universidad siguiendo el tema de “Mentiras y Engaños” que tiene la obra, o como cuando usa a Ofelia para espiar a Hamlet. Con lo cómico y ridículo que es Polonio, sus intentos elaborados de espiar a Laertes y a Ofelia nos recuerdan que no siempre se puede confiar en un padre para cuidar a sus hijos; y aquí es particularmente acertado porque Polonio le paga a Reynaldo para regar rumores de Laertes para que Laertes confíe en Reynaldo y éste pueda reportarle las confidencias a Polonio (2.1.4).

La voluntad de Polonio de usar a su hija como una forma de ganarse los favores del rey en el Acto III, Escena I, tiene consecuencias desastrosas. Sus tácticas manipulativas dejan a Ofelia abierta ante el abuso de Hamlet y probablemente contribuya al trágico final de Ofelia. (Más de esto en la sección de “Citas” en “Locura”). Polonio no es el único padre shakespiriano que usa a su hija para manejar su relación con otro hombre. Las obras de “comedia” están llenas de padres que usan a sus hijas como moneda de cambio, (léete, por ejemplo, Baptista Minola en La Fierecilla Domada).