Luz y oscuridad
Contrario a lo que se piensa, la luz no simboliza necesariamente bondad pura o iluminación. Al menos no aquí. La visión de Conrad es tan oscura que ni siquiera confía en la luz. Tanto es así, que Marlow hace el siguiente comentario: "la luz del sol también puede ser hecha para mentir". De hecho, la luz a menudo da paso a la oscuridad en la novela. Hay varios ocasos, sumiendo al mundo en la noche. La oscuridad, claro, representa lo desconocido, a lo que hay que temerle: el mal, el silencio, la locura y la muerte. Luego tenemos la blanca y sepulcral ciudad en Londres, el blanco marfil en la jungla, y la espeluznante mujer vestida de negro. Todo se complica más cuando consideras el hecho de que Marlow compara al hombre blanco con el hombre negro, y que Marlow concluye (potencialmente) que estos hombres son lo mismo. Si eso es verdad, la luz es oscuridad, la oscuridad es luz, y todo es un gran desastre.