El padre de Skeeter cree en la igualdad racial y no tiene miedo de decirlo a la gente como el Senador Whitworth o a cualquier otro. Irónicamente, el dinero de su familia se hizo sobre las espaldas de esclavos. Los negros aún componen la mano de obra en la hacienda de algodón de los Phelan, pero por lo menos de acuerdo a Carlton Sr., se les paga un sueldo digno y se les provee condiciones de trabajo seguras. Skeeter está un poco sorprendida y muy orgullosa cuando escucha a su padre expresar sus opiniones políticas por primera vez —nada más y nada menos que frente al senador.