Dónde se desenvuelve la historia

Kabul, Afganistán 1963–1981; Fremont, California; Kabul, Afganistán 2001

Cometas en el cielo abarca varios países y décadas, pero todo gira en torno a Afganistán. Incluso cuando la novela cambia de escenario y viaja hasta los Estados Unidos, Hosseini describe (con un gran detalle) la creciente comunidad afgano-americana.

La novela comienza, en todos los sentidos, con el cumpleaños de Amir en 1963. Afganistán era un país completamente distinto en aquella época, ya que todavía no había sido desgarrado por la guerra. De hecho, Kabul es relativamente liberal y occidental. Baba, el padre de Amir, tiene un "Ford Mustang negro, un coche que levantaba miradas de envidia por donde quiera que pasase, pues era el mismo coche que Steve McQueen conducía en Bullit, una película que estuvo en cartel durante seis meses" (4.10). Sin embargo, todo empieza a cambiar a finales de la década de 1970. La Unión Soviética invade Afganistán, lo que da comienzo a un largo periodo de violencia, desconfianza e inestabilidad.

Nuestro protagonista hace lo que cualquiera en su situación: huye. Amir y Baba se cuelan por la frontera con Paquistán y desde ahí vuelan hasta América. La segunda parte de la novela se desarrolla en Fremont, California. Este escenario es, en muchos sentidos, un lugar de exilio. Esta época es la que nos resulta más realista. Hosseini nos proporciona conmovedores retratos de afganos desplazados: Baba, que trabaja a destajo en la gasolinera; Amir, que se adapta con bastante facilidad; y los Taheri, que mantienen los valores tradicionales con el rigor típico de las comunidades exiliadas. Entre los montones de trastos en el mercado, los afganos chismorrean y recuerdan su patria mientras beben Coca-Cola y café.

La tercera y última parte de la novela describe el regreso de Amir a un Afganistán diezmado. Los soviéticos, los caudillos afganos y los talibanes han convertido al país de Amir en un auténtico desastre. Uno de los párrafos comienza con esta frase: "Escombros y mendigos" (20.11). Eso lo dice todo. Hay señales de Coca-Cola aplastadas, mendigos que venden sus prótesis, huérfanos y una grave escasez de infraestructura. Hosseini también presenta a los talibanes como una aterradora mezcla de fanatismo religioso y oportunismo cruel.

El libro es realmente único en cuanto a su habilidad para describir multitud de escenarios: valores estadounidenses en Kabul, valores afganos en Estados Unidos, y los trastornos que causa a Afganistán (a través de la guerra) un intercambio cultural tan fascinante como este.